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viernes, 30 de julio de 2010

Bienvenida

Desde las orillas del tiempo continúa. Este espacio, utilizado para dar a conocer el trabajo de los alumnos, profesores y antiguos estudiantes de la preparatoria de la Escuela Modelo, presenta en esta ocasión una imagen distinta y, por supuesto, nuevos contenidos, así como el deseo de que encuentres en este espacio un momento de reflexión y esparcimiento.

A los ensayos, la narrativa, las anécdotas y las reseñas se unen en este segundo número la poesía y la crónica.

Espero que si eres un seguidor de este blog, encuentres en esta nueva edicion aquello que te agradó desde la primera vez que lo visitaste.

Si este es tu primer encuentro con este espacio... bienvenido.

jueves, 29 de julio de 2010

El espejo*



Por Carolina Heredia Torres (3º Secundaria Modelo)

Abro los ojos, me encuentro frente a un espejo, una habitación oscura con un tenue resplandor de foco blanquecino, miro hacia el espejo, imagino mi futuro lo cual sería común en cada adolescente, imagino las preguntas que me haría pero tal vez no tenga el valor para escuchar las repuestas.

Sigo mirando el espejo tratando de visualizarme a los 30 años, "Un minuto" "¿Acaso mi figura cambio?". De un momento a otro lo que antes era una niña cambio por completo a una adulta, mi ojos como platos, mi cuerpo inerte, la habitación en silencio y mi reflejo adulto. Ella sonríe como si le diera gracia mi expresión, es más bonita, pareciera que no soy yo, con esa mirada que refleja trabajo, experiencia y madurez. Alta, cabello largo, cuerpo formado, y una linda sonrisa. Sus hermosos labios se abren – ¿Acaso no saludas? – Me reprende por mi falta de educación. "Supongo". Es lo máximo que alcanzo a decir, en mi mente están las respuestas pero no fluyen como yo quisiera. "Bueno, ¿y qué me quieres preguntar?". Tan sólo de imaginar que las repuestas están a mi alcance sonrío de oreja a oreja y prosigo.




"Dime ¿que terminamos estudiando?" Ella me observa y antes de contestar sonríe entusiasmada, esa expresión es la mía reflejada; agarra autonomía con una expresión parecida y comienza a responder: "Ingeniería química e industrial más un poco de medicina." Mi expresión de sombro no se refleja en el espejo, ella continua: "Controlamos una farmacéutica llamada CCA (Centro de Control de Asma), en la cual nos especializamos en tratamientos y terapias con medicinas innovadoras creadas por mí, para la gente con asma crónica como nosotras y por si te lo preguntas sí, somos ricas." Sonríe y termina. Dios, sólo eso podía pensar aunque la pregunta siguiente salió casi sola: "Y ¿Cuántos años nos tardamos en eso?" Con una mirada perdida contesta: "Casi ocho años si no es que más, pero valió la pena te lo aseguro." Sonríe de nuevo. "¿Será que yo siempre sonrío así?". "Un anillo de bodas", me pasa por la mente y sin darme cuenta la cara que tiene ella la tengo yo pues sonreíamos con la misma expresión perdida, encantadora y soñadora, ella en el pasado y yo en el futuro.

- Sí, claro que hemos mantenido nuestra promesa de amor viva como una llamarada de pasión,
¿A caso no lo vives, no te acuerdas?, ¿No?, bueno– suspira con decepción.
- Te casaras con él a los 22 años, la boda será magnífica y será casi el mejor día de tu vida, porque el mejor fue conocerlo.
- Créeme mi pequeña niña hermosa que yo siempre te amare, te lo prometí y jamás dejare de hacerlo.

Mis ojos se inundaron de lágrimas al ver la imagen de un Bruno como un adulto, su mirada de ternura le suaviza las facciones, siempre tiene expresión dura pero es un niño, tan guapo y caballeroso como siempre, la abraza, yo siento sus abrazo cálidos alrededor de mi, la toma del rostro, siento la ternura y la presión alrededor del mío, la besa y en mi interior se enciende una llamarada que recorre mi cuerpo, me siento en el aire y suspiramos al unisonó ella y yo mientras nuestro marido nos rodea por la cintura y sin decir mas que un te amo al oído se quedo callado.


Cierro los ojos, me doy cuenta que mi futuro es perfecto, más bien tiene lo básico, lo importante, cómo me lo imagino, cómo lo sueño, cómo…

El espejo se cuarte, mi imagen se distorsiona, trozo por trozo se sigue cuarteando, me sobresalto pues fue un acto inesperado, seguido de eso, se rompe soltando consigo un fuerte crujido que inundo toda la habitación, muy sorprendida me hago hacia atrás para evitar cortes, comienzo a llorar, no me entra en la cabeza la razón por la cual ese bello destino desaparece, ¿Abra sido mi curiosidad la que lo rompió?, sigo llorando, me arrodillo ante los trozos de espejo sin importar los cortes que me ahora tenia y de los cuales emanaba sangre la cual mancho los trozos de espejo que reflejan un techo oscuros y un foco blanco, la luz que emana de él se reflejaba en mi rostro iluminándolo lo cual impide ver con claridad, me tallo los ojos para ver si veo mejor con menos lágrimas en ellos, miro mi reflejo lloroso entre luz, oscuridad, sangre y lágrimas, un reflejo que muestra miseria y pánico, uno que demuestra a una adolescente y sus sueños hechos pedazos, seguir llorando era lo máximo que podía hacer, de pronto una voz aterciopelada resuena en mi cabeza


- Despierta por favor, despierta. – alguien rosa mis labios con los suyos.
- No, llores solo despierta.


La voz inolvidable de mi amado hace que me despierte de la pesadilla, recupero el conocimiento, él que tanto insistía en que yo despertara era Bruno quien recostado a mi lado tenía una expresión de angustia.


- ¿Qué tienes? – pregunta más tranquilo.
- Una pesadilla – contesto en sollozos.
- Tranquila, estoy contigo ¿sí? Tranquila. – Me tranquilizo, mientras repite esas palabras en mi oído y me acaricia muy tierna y suavemente.
- ¿Mejor?
- Sí amor.
- Sera mejor que nos durmamos de nuevo.
- Si – Suspiro. – Buena idea.

Sonrío, me tallo los ojos anegados de lágrimas y los vuelvo a cerrar.


La habitación, el espejo, mi reflejo y un “Hola” rompe el silencio.



*Cuento ganador del Concurso de cuento de la secundaria de la Escuela Modelo 2010.


miércoles, 28 de julio de 2010

El significado de "Para sí, para todos"


Por Olga Alicia Giustinianovic Chávez


Nunca he sido una persona que acostumbre escribir de sí misma, no creo tener vocación para ello, sin embargo, ahora he decidido contar algo que creo vale la pena.

Empezaré diciendo que yo me dedico a la docencia, labor que realizo en esta preparatoria hace más de diez años. Muchas generaciones han pasado por mis clases y mis exámenes, algunos con bien, otros “a lo ahí se va”, pero en todo caso, mi acercamiento con los jóvenes ha sido una experiencia formadora tanto en el ámbito académico como en lo personal, pues sin miedo ha equivocarme, tengo que decir que cada generación ha dejado muchas cosas en mí, sobre todo los jóvenes me han enseñado ha ser un mejor ser humano, algo que lo intelectual no siempre logra.
Lo que les quiero compartir es la experiencia que se vivió en nuestra preparatoria este curso escolar (2009-2010). Se trata de una gran movilización que llegó a las fibras más sensibles de nuestro alumnado.



Todo empezó cuando la tía de una de nuestras alumnitas, -valga decir que también fue alumna de esta preparatoria- había recibido un diagnóstico poco alentador de cáncer linfático algunos años atrás teniendo apenas cinco meses de embarazo, y aunque la criatura nació bien, el cáncer se expandió por ella llevándola a los tratamientos más agresivos. Al final el cáncer fue erradicado pero dejó lesionados sus pulmones que se fueron endureciendo al grado de no poder respirar si no era con ayuda de diversos aparatos. Debido a esta situación la única solución era el transplante de pulmón, algo económicamente difícil. Sin embargo, su sobrina dio a conocer entre sus compañeros y maestros el caso, generando que sus compañeros se volcaran en el deseo de ayudarla a conseguir parte del dinero.

Este deseo solidario con su compañera, logró que los jóvenes que tenían diversas cualidades artísticas se unieran en duetos, tríos, y bandas musicales, así como aquellos que bailaban, o tenían diversas habilidades, montaran un hermoso espectáculo, el cual se podría ver comprando un boleto que posteriormente se donaría a la causa del transplante.

No recuerdo cuantos días fueron los necesarios para preparar la función, pero si recuerdo que después de clases se quedaban para preparar su número; algunos dejaron actividades vespertinas como natación, fútbol, basquetbol, etc. Otros promocionaban el evento yendo de salón en salón cada día por varias semanas. Los maestros pusieron también su granito de arena animando a los jóvenes a asistir.

Chicos que formaron grupos de rock, pop, metal, que tocaban piano, bailaban belly dance, fueron presentados en el “Centro Cultural Dante” durante dos días con cupo completo, pues al final todos los boletos fueron vendidos. El público, muchísimos alumnos y maestros de la preparatoria, no solo amigos de los artistas sino de todos los grados y grupos.

Esta experiencia me animó a escribir, sobre todo porque no puedo dejar pasar el reconocimiento que se merecen todos las que participaron, sin ninguna intención más que la de apoyar a su compañera, dando parte de su tiempo, sabiendo que en lo personal no les iba ha redituar de ninguna manera.

Se que ellos no notaron la satisfacción que me dieron, ni el orgullo que sentí, pero pude ver frente a mí, un acto humano realmente valioso, el hecho de ayudar solo por ayudar sin recibir nada a cambio. Me encontré con ese deseo materializado que me permite seguir adelante cada día trabajando con y para ellos, dándome la esperanza de un futuro más humano, más cordial, más solidario.

Debo decir por mi parte que les doy las gracias pues me han inyectado el estímulo para seguir haciendo lo que hago, pero creo también que para las personas involucradas fue una gran experiencia de vida. Espero realmente que mis jóvenes alumnos jamás se les olvide el bien que han hecho, y que nunca dejen de actuar de esa manera.


Ecos de mestiza power

“La obra fue muy divertida con un lenguaje al que la mayoría de la gente no está acostumbrada…no todos, yo en especial si, porque he estado con personas de clase muy baja y son las mejores personas del mundo atentas y cordiales y por supuesto muy educadas. La obra me dio muchas enseñanzas y me recalco que hay que valorar a las personas de todos los aspectos”. (David Monforte. 3º A)




“Mis respetos a todas esas mujeres que sin importar que difícil sea la situación que están pasando, sacan la casta y hacen su vida cotidiana normal como si nunca hubiera pasado nada, denotan una fortaleza única que muchas personas desearíamos tener,…descender de una cultura como la nuestra debe ser un orgullo…” (Pamela Peniche.3ºC)


“Esta obra me gusto y me recordó muchas cosas de mi infancia debido a que yo crecí en un ambiente de mestizas y personas del campo…me sorprendió que aún y con los abusos que tienen, logran vivir cada día y salir adelante por si solas, son muy trabajadoras” (David Herrera. 3ºB)


“Creo que la obra fue muy buena, muy cultural y sobre todo en mi persona me ayudo a conocer mas sobre la vida y el carácter de los mestizos ya que era poco lo que conocía sobre estos” (Sofía A. Zubieta García. 3ºD)



“La obra nos muestra de forma chusca como es la vida de las mujeres de bajos recursos que viven zonas rurales, y el maltrato que éstas tienen que soportar por parte de las personas que viven ahí, sin saber que son más ignorantes ellas por discriminar a una persona que tal vez no tuvo la oportunidad de estudiar, pero trata de ganarse una vida digna trabajando honradamente”.(Andrea Gamboa Matos.3ºD)


“…esta obra me gusto mucho por los temas que abarca, ayuda a cambiar el concepto que mucha gene tiene acerca de las mestizas, nos ayuda a valorarlas y darles el lugar y respeto que mucha gente no les da, y que por el hecho de ser mestiza y vivir en un pueblo no significa que sean sucias y completamente diferentes a las demás mujeres, solo tienen deferentes costumbres a nosotras, pero gracias a esta obra nos podemos dar cuenta que pueden tener los mismos problemas que cualquier mujer”. (Verónica Muñóz.3ºC)


“…es una obra que me agrado mucho y que para mi gusto la volvería a ver, ya que las integrantes hacían bien su papel y porque lo hacían lo más parecido a la realidad…otra cosa que me agrado mucho es que fue Tina Tuyub y la conocí en persona…” (Nashla Faride Tamayo Achach. 3ºC)


“…fue una obra muy interesante ya que relata la forma de vida de la cultura maya y sus diferentes aspectos en la vida cotidiana, sus formas de pensar y actuar en la sociedad, las creencias que adquieren con el paso del tiempo…nos ayuda a conocer nuestra cultura y a reflexionar ya volver a adquirirla ya que se ha perdido con el paso del tiempo”. (Ilse Daleth Beltrán. 3ºC)


“…esta obra me gusto mucho, para mí fue un perfecto reflejo de la realidad actual, la discriminación cada vez es más marcada. Con mucho orgullo puedo decir que la familia de parte de mi papá viene de un pueblo de Yucatán, toda la vida vivieron ahí hasta que mi abuela vino a la ciudad. Y para mi es un ejemplo a seguir el hecho de que mi familia no teniendo nada, con esfuerzo, dedicación y estudios, llegaron a tener éxito. La verdad en lo personal a mi si molesta mucho cuando escucho comentarios ofensivos en contra de la gente de bajo recursos. Las clases sociales no deberían de estar tan marcadas, y desgraciadamente Mérida es una de las ciudades en donde más notable es” (Azucena Alejos Gómez.3ºA)


“En conclusión, la obra nos demuestra- aún de manera chusca- la realidad nada alentadora en la que viven las mujeres de poblaciones pequeñas, en la que tienen que buscar los medios para sobrevivir, son víctimas de la inconsciencia de la gente y de maltrato por parte de su familia, y que a pesar de las reformas legales que se han hecho para la protección de sus derechos, todavía queda mucho que hacer para alcanzar la condición de igualdad en nuestra sociedad”. (Lizbeth Burgos Ochoa. 3ºA)

Tercera feria de ciencias



sábado, 17 de julio de 2010

Conciencia*


Por Andrea Pérez Navarrete

Papá se fue cuando yo era muy pequeña. Mi mamá siempre decía que no me pusiera triste por no haberlo conocido, decía que no valía la pena. Sin embargo, uno crece con la duda de cómo era y por qué se había marchado. Mi hermanita lo preguntaba cada vez que tenía oportunidad, mi mamá sólo hacía muecas y no contestaba, ya estábamos acostumbradas.

Vivíamos en un cuartito y ahí acomodamos las pocas cosas que teníamos. Mamá decía que había que agradecer aunque sea eso poco, trataba de hacernos creer que “Dios sabe porqué hace las cosas”. Yo siempre creí en que nosotras no existíamos para Dios. Ella le prendía una veladora todas las noches a la virgen, la oía llorar y pedirle que nos aguardara. Se escondía, no le gustaba que la viéramos triste, siempre quiso demostrarnos que siendo fuerte se puede salir adelante.

Ella no quería, pero yo insistí en trabajar pues el dinero de la buena voluntad de la gente no era suficiente, nunca consideré a la caridad como algo para subsistir. Comencé con unos pocos pesos y le compraba chicles y otras chucherías a una señora que vivía por nuestro rumbo y tenía una tienda de abarrotes. Me rebajaba los precios para que yo pudiera revenderlos en el centro. No siempre me iba bien, si alcanzaba para la comida de mi hermanita, había sido un buen día. Otros, llegaba a casa sin nada. Hacía hasta lo imposible por ayudar a mamá. Nuestra vida era difícil y sin mí, no sé que hubiese pasado con ambas.

Uno de esos días quise llegar a casa más temprano de lo acostumbrado. Me había ido bien y eso no se daba muy seguido. Unos turistas se habían acercado, compraron varias golosinas y algunos cigarros, luego me dijeron algo que no entendí, tomaron una fotografía y se fueron; me pagaron en dólares.

Ya estaba cerca de casa y alcancé a oír gritos y llantos que provenían de ella. Me apuré para ver qué ocurría; una sensación fría me invadió. Estaba a punto de entrar cuando un hombre salió de la casa apresurado empujando mi cuerpo cansado; huyó sin mirar atrás. Yo caí al piso por el golpe y quedé medio atontada mirándolo alejarse; reaccioné al escuchar los desesperados gritos de mi hermanita. Entré y vi a mi madre tirada en el piso entre charcos de color intenso. Su cuerpo estaba semidesnudo, golpeado, sudoroso. Mi hermanita se mostraba en un estado incontrolable sentada a unos metros del cuerpo con manos y piernas atadas. Toda esta imagen de agonía y dolor pasó eterna ante mis ojos. Las lágrimas brotaron, la ira me invadió. Corrí hacia mi hermanita e intenté desatarla hasta lograrlo. Me acerqué al cuerpo de mi madre. Sentí que el corazón se me saldría del pecho, mis ojos ardían por el coraje. Con la fiereza más profunda de mi ser se desprendió un grito casi inmortal.

Miré a mi hermana y desesperada le grité en busca de una explicación. Ella estaba ahogada en llanto. Me miró y con palabras entrecortadas alcanzó a murmurar: “Pude conocer a papá…”.


*Cuento ganador del Concurso de cuento de la Preparatoria Modelo 2010.

viernes, 16 de julio de 2010

Dos poemas barrocos: breve análisis

Por Michelle Rodríguez López


A una nariz

Por Francisco de Quevedo


Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un pez espada mal barbado.

érase un reloj de sol encarado
érase un elefante boca arriba
érase un una nariz sayón y escriba
Un Ovidio Nasón mal narigudo

Erase el espolón de una galera
Érase una píramida de Egipto,
Las doce tribus de narices era;

Érase un raricisimo infinito
Frisón archinariz caratulera
Sabañón garrafal moral y frito.


El autor de este poema es Francisco de Quevedo, es un poema endecasílabo, es un soneto y pertenece al estilo Barroco, corriente en la que el mundo carece de valor, y en el que la vida es concebida como un sueño o una mentira. En el poema anterior lo podemos observar en la utilización de muchos epítetos como: “reloj de sol mal encarado”, o en “nariz superlativa”; otra característica del Barroco es que hay recargamiento de adornos, en el poema se refleja en el uso de hipérboles como “naríz superlativo”,es un recurso que consiste en hacer un ponderación desmesurada, una exageración, también “naricisimo infinito”, la palabra infinito es una exageración. También en el barroco hay contrastes, el autor igual utilizaba un lenguaje muy simple, en forma (sintaxis clara) pero busca decir mucho de manera sintética…




Detente sombra…


Por Sor Juana Inés de la Cruz


Detente sombra de mi buen esquivo
Imagen del hechizo que más quiero
Bella ilusión por quien alegre muero
Dulce ficción por quien pienso vivo

Si al imán de tus gracias, atractivo
Sirve mi pecho de obediente acero
¿Para que me enamores lisonjero,
Si has burlarme luego fugitivo?

Más blasonar no puedes, satisfecho
De que triunfo de mí tu tiranía
Que aunque dejas burlado el brazo estrecho

Que tú forma fantástica señia
Poco importa burlar brazos y pecho
Si te labra prisión mi fantasía.


Este poema de Sor Juana Inés de la Cruz es un soneto endecasílabo y tiene la característica barroca del recargamiento de adornos poéticos; esto lo observamos en el exagerado uso de epítetos, adjetivos, como por ejemplo “forma fantástica”, brazo estrecho”; también hay muchos contrastes como en la frase que contrapone la vida y la muerte: “bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien pienso vivo”. El poema posee un vocabulario muy selecto: tiene hipérbaton y elipsis, como el verso: “Poco importa burlar brazos y pecho”, aquí se omiten tal vez una preposición, antes de “brazos” y “pecho”. Una de las causas y del contexto del poema es la decadencia económica y social, junto a guerras religiosas y políticas…

jueves, 15 de julio de 2010

Los recuerdos también sueñan



Por Gerardo Martínez


Todo estaba listo, a punto de empezar: la espera había acabado.

Era una noche lluviosa con rayos y truenos, me encontraba en mi sótano terminando la máquina que revolucionaría al mundo. Me había llevado treinta años de mi vida en construirla y hoy, hoy iba a probarla por primera vez.




Comencé por conectar todo, checar los niveles de energía y encender miles y miles de botones; puse un embudo, empecé a verter la gasolina y sonó el primero de tres contadores.

Después de cinco minutos corrigiendo los últimos detalles sonó el segundo contador. Ya me había preparado tan bien para esto, nada puede detenerme, mi máquina del tiempo estaba por cambiar el curso de la historia.

Había llegado la hora. Tomé todas mis provisiones y entré a la cápsula que me había llevado toda una vida en construir. Y sin ninguna dificultad el viaje comenzó.

Todo el cuarto se iluminó por una luz cegadora, no podías ni abrir los ojos de tanta luz que había, qué ironía. Mi cuerpo empezó a entumirse y al paso de unos minutos dejé de sentirlo.

En un abrir y cerrar de ojos me encontré en una selva. Era de noche; la oscuridad sólo era iluminada por estrellas. Poco a poco me fui abriendo paso; a lo lejos escuchaba gritos y cantos de personas, que mi conocimiento en historia no llegaba a comprender.

Mi interés por la historia siempre ha existido. Desde muy pequeño he querido saber cómo fue el pasado, conocerlo el pasado para entender el presente.

En mi juventud fui maestro, la verdad es que nunca estudié para ser maestro y mucho menos de historia. Siempre leo libros acerca de nuestro pasado y eso fue lo que me llevó a convertirme en historiador. Estudié literatura y esa fusión con la historia es impresionante.

Me guié por esos cantos que desconocía; al llegar al final, aceché de reojo y los vi: eran hombres de estatura media, con penachos coloridos, todos alegres, cantando y gritando. La enorme fogata que se encontraba al centro iluminaba todo alrededor.

De pronto trajeron una gallina, el pobre animal no sabia lo que le esperaba, tampoco yo… Fue una escena impactante, pero ellos cada vez más se emocionaban y exaltaban mientras la sangre goteando de la gallina era regada alrededor de la fogata.

Empecé a salir poco a poco de los matorrales donde me encontraba. Y entonces una de las personas que brincaban se me quedo viendo. Gritó y todos dejaron de cantar. De la nada tenía veinte pares de ojos sobre mí.

Mi piel se puso de gallina, el sudor me empezó a recorrer la cara y la boca se me había secado por completo. Di dos pasos hacia atrás y ellos empezaron a acercase a mí. Empecé a retroceder mientras avanzaban lentamente.

Y ahí fue cuando el contador volvió a sonar. Ellos se quedaron perplejos por aquel sonido que nunca en sus vidas habían escuchado. En un abrir y cerrar de ojos me transporté a otro lado.

Me encontraba en una pequeña colina. No tan lejos podía observar una pequeña choza. El cielo cada vez se nublaba más y los rayos se hacían visibles. Era obvio que necesitaba un lugar donde refugiarme, decidí ir a la pequeña choza.

Escuché una rechinosa puerta abrirse y, con el mismo impulso, cerrarse, yo me agaché y me escondí debajo de un mueble. Pude ver a un hombre alto, con cabello blanco y un traje negro; lo más raro del conjunto era un papalote que llevaba entre las manos.
Me pregunté qué es lo que estaría haciendo, pensé que se lo regalaría a su nieto o algún niño, pero no, el señor iba caminando hacia el punto más alto de la pequeña colina.

“!Por dios!”, pensé para mis adentros. El señor jugaría el papalote en medio de una tormenta eléctrica, “¡Señor! ¡Señor, disculpe! ¡No haga eso, es peligroso!” Le gritaba, pero no obtenía respuesta de por medio.

Los rayos cada vez eran más visibles y los truenos más ensordecedores. El hombre empezaba a desenredar su papalote y a correr. Con los fuertes vientos el papalote empezó a elevarse sin dificultad alguna. El papalote estaba ya casi muy alto y ahí fue cuando decidí actuar.

Salí corriendo de la choza mientras la lluvia caía sobre mí. Él se encontraba a unos veinticinco metros de mí. De pronto todo ocurrió tan rápido. El rayo cayó sobre el papalote, pegándole un fuerte golpe al hombre canoso, volando unos tres metros por el aire.

Yo también fui alcanzado por la onda del rayo y caí. Enseguida cerré mis ojos. El contador sonó otra vez…

Empecé a escuchar balazos y caídas de misiles, todos corrían, mi corazón pasó de estar apaciguado al alboroto: comenzó a latir muy fuerte. Me encontraba en algún campo en medio de la guerra.

Me percaté de que me encontraba en Verdún, Francia, todos corrían y disparaban, yo sólo intentaba correr para salvar mi vida. De pronto vi a un soldado herido y me pidió por favor que lo ayudase. Me incliné hacia el moribundo soldado, lo cargué y nos metimos en un pequeño refugio que se encontraba no muy lejos. De mi bolsa de provisiones saqué gasas, alcohol y objetos para ayudarle.

Él no paraba de darme las gracias. En eso me fijé en su collar; al leer el nombre que tenía grabado me quedé perplejo: el hombre a quien había ayudado hacía unos momentos era mi bisabuelo.

Al salir del refugio me tropecé y el contador sonó otra vez. La sensación de no sentir mi cuerpo me volvió a invadir de nuevo, ya estaba acostumbrándome. En un abrir y cerrar de ojos había salido de las trincheras. Ese fue uno de los alivios que te dejan volver a respirar normal.

Al despertar veía borroso y, poco a poco, fui recuperando mi vista. El cuarto era completamente de oro, las sillas, las mesas, los vasos, hasta objetos tan insignificantes como cucharas y tenedores eran completamente áureas.

Al cuarto entraron jovencitas muy simpáticas, llevaban puestos collares con unas flores que nunca en mi vida había visto, pero eran realmente bellas. Se reían muy alegremente, enseguida me jalaron los brazos y me pude parar. Yo no sabia dónde me encontraba.

Al salir por la puerta me di cuenta de que me encontraba en lo alto de una pirámide. Toda la gente del pueblo alrededor de ésta, gritando felizmente, bailando, todos muy emocionados. Pero lo que me dejó perplejo fue que todo brillaba de un color dorado intenso.

De pronto supe que me encontraba en Manoa.

Me encontraba en la ciudad de oro, que todo explorador moría por encontrar. Muchos habían muerto en el intento de encontrarla, otros decían que no existía, otros que era una maldición. Pero yo les podía decir algo: Manoa realmente existía.

Los habitantes de Manoa pensaban que era su dios o algo por el estilo, me daban muchas frutas y comida, me regalaban sus animales y muchas cosas más. Todo estaba muy bien, todo era calmado y pacífico, uno de los mejores lugares en los que he estado.

Bailaban para mí, y yo aplaudía de la emoción; los niños se me acercaban, me abrazan y yo les correspondía. Comía frutas deliciosas desconocidas, me regalaban platillos exóticos. Un niño se me acercó y me regaló un pequeño prendedor de oro. Todo era tan perfecto que había olvidado que estaba en un viaje por el tiempo.

El contador volvió a sonar, esta vez fue lento, pude ver cómo todos me observaban y todo empezaba a brillar, era la misma sensación que la primera vez. Mi cuerpo se empezaba a entumecer y poco a poco lo dejé de sentir.

En un abrir y cerrar de ojos me encontraba en un edificio. Era más bien como una fabrica. Afuera se encontraba gente gritando, yo me acerqué y un señor me dijo que por favor lo ayudase. En ese momento lo pude reconocer. Era él mismo, mi bisabuelo, el soldado herido que había ayudado en la guerra de las trincheras.

Se me quedó viendo muy extrañamente, como si me conociera y estaba en lo cierto: sí me conocía. Mi bisabuelo se encontraba con mi bisabuela y mi abuelo. Pedían que los ayudase porque no querían morir.

Mi bisabuelo me vio con una cara dudosa. De pronto me pudo reconocer. Corrió lo más rápido que pudo hacia mí con los brazos abiertos. El gran abrazo transmitió una sensación de unión y calidez. Me decía con voz cortada que ayudase a su esposa y a su pequeño hijo mientras lloraba sobre mi hombro.

Yo no tenía idea de cómo ayudarlos. Entré a la fábrica a pedir ayuda, subí las escaleras y me topé una pequeña oficina vacía ubicada en una de las partes más altas del edificio y por lo que pude notar elaboraban ollas y utensilios de cocina. Entré y me acerqué curiosamente al escritorio…

En él se encontraba una lista, con muchos nombres, sin pensarlo, me motivé a escribir aquellos nombres que me sabía con seguridad, eran aquellos nombres de mi sangre y procedencia. Salí corriendo de la fábrica… Mientras corría pude ver a mis bisabuelos, ellos me vieron, sonrieron y me gritaron “gracias”. En un abrir y cerrar de ojos un rayo de chispa con mucha intensidad cegó y dejo ante mi, la extinción de mi genética. El contador sonó de nuevo.

Desperté con la mente en blanco, me estiré con aún los ojos cerrados; mi mano no encontró el cuerpo de Brandy. Enseguida me senté sobre la cama y me froté bien los ojos. No era normal de Brandy despertarse antes que yo. Grité tres veces su nombre y no hubo respuesta alguna.

Salté rápido de mi cama, mientras seguía gritando su nombre. Me asomé en el barandal del segundo piso, buscando en alguna parte de la sala, pero nada. Bajé rápidamente las escaleras.

Salí hacia el jardín, y ahí estaba, mi hermosa Brandy tomando el sol, sentada en el centro del pasto verde, de espaldas a mí. Iba a saludarla, cuando una lucecita áurea me cegó por unos segundos. Entreabrí los ojos y vi que lo que brillaba era un prendedor dorado que ella tenía en el cabello. Ella se acercó a mí, iba a decirle... pero decidí callarme todos los minutos para mí.

En un abrir y cerrar de ojos me di cuenta de algo: no se puede olvidar el tiempo, más que sirviéndose de él.

martes, 13 de julio de 2010

Poemario*

Por Santiago Gómez


Cantera Negra

Todos estos años la he recordado de distintas formas, a veces más alta, otras más robusta, en mejor forma o simplemente menos desgastada, pero siempre algo permanecía en su apariencia, algo extraño e intrigante, una emoción que por más confusa que fuese a primera vista, siempre logré encontrar por debajo de su sólida apariencia. Cada vez que la veía “ahí” parada entre la sala de estar y la extensa escalinata de cantera negra, lograba vislumbrar en ella una gran desesperación.

Parecía haber entrado, hace mucho tiempo, en un estado letárgico que, inducido por la soledad, la obligaba a permanecer encadenada a la pared, clavada, perforada de un costado por seis puntiagudos tornillos de cobre, que a su vez la empujaban hacia tres frías placas de metal.

Hace mucho que no voy a la sala de estar y sin embargo sé que permanece ahí, y ahí seguirá hasta que un día su cuerpo no pueda más y caiga rendida al piso dejando ver detrás de ella, la escalera de caracol de cantera negra.














Haikus (Mukigo)

Gentiles fuegos
Destruidme ahora
O dejadme morir.

Fría y falsa,
Odio esa mascara
Llamada amor

A donde irás
A donde iré sin ti
Solos, perdidos.

Dulce se esconde.
Jugo de melocotón
Entre tus labios
Aún te siento,
Seguiré caminando
Hasta perderte.

Tus notas muertas
Mi triste violonchelo
Jamás volverán.








Poema en Sol bemol

La luz del atardecer se colaba por la ventana
serpenteando por su cuerpo
Como agua, como seda;
Contorneando su figura, alumbrando cada rojizo rincón.

Imponente como estatua.
Fina como vieira.

Y aún moribundo el sol se empeñaba en andar en su silencio
en sus notas incompletas;
Bemoles, cuartas y sones

Pero se resistía a permanecer en su silencio imponente
En su callar
En mi sufrir
Lamento jamás haber a aprendido a tocar violín.













Alba en Andalucía

En tu mirada mortal, la luz de una puerta.
Tus pisadas tonalidad ocre pintaban las vetas del piso de madera
Escondida entre tus manos dormía el alba de un arma
Aún más allá de los ocasos fatuos, tu dulce respiración asesina resonaba.

Tu boca, luz de averno, se curvaba a manera de sonrisa.
Se ha terminado el ocaso celeste
La noche carmesí se aproxima
Y el alba de la madrugada, aún recostada en el horizonte, acecha.

Tus piernas de humo durazno avanzan en silencio.
Es un arma mortal, la luz de tu cuerpo.
Y el alba en tus manos, un percutor de aire fúnebre.

Sentiré el viento andaluz por última vez
Y escucharé el calor de los cuerpos de media noche, tendidos ante la luna.
Mátame, para que así te deje de amar en vida
Conviérteme en espíritu inmortal y fija mi recuerdo a tu alma mediterránea.



*Poemario que obtuvo mención honorífica en el concurso de Poesía de la Preparatoria Modelo 2010.

domingo, 11 de julio de 2010

Sonatina

Por Mario Angulo


En el movimiento llamado modernismo se da una nueva forma de hacer la poesía; el momento de su surgimiento es una época muy difícil en el cual el positivismo de Comte está acabando con toda la poesía debido a que en esta corriente filosófica nada era cierto o verdadero si no era captado por los sentidos, lo que hacía que aquellos poetas que estaban encerrados en sus “torres de marfil” y sus personajes ficticios fueran en contra de la explicación de la verdadera razón. En sí, básicamente por plasmar en sus obras lo irracional (ya sea algo fantástico, misterio o de sueños), además de evadirse de la realidad para dar entrada a un mundo exótico que hacía referencia a una mitología clásica, al misterio del oriente y, como se menciona anteriormente, estos versos se caracterizan por estar plagada de personajes como dioses, ninfas, princesas, etc. y cuyo fin principal es la recreación de atmosferas mágicas, en sí un mundo bello que no se parecía al mundo en el que los modernistas vivían; estos poemas invitaban al lector a escapar por un momento de su realidad e imaginarse como protagonista de su propia historia fantástica.

Otras características importantes modernistas son, la forma que toman de los parnasianos y la música de los simbolistas, dándole una sensualidad a sus poemas (arte sensual).

Pasando a Rubén Darío, en sus poemas involucra estas características ya que es el personaje fundamental de este movimiento, por lo que en sus obras, encontramos atmosferas utópicas, con una musicalidad bien definida y dándole nuevos acentos a sus poemas para darle la tonada idónea como en sonatina:

Poema el cual es un sexteto con versos alejandrinos, caracterizado por mostrarnos un mundo ensoñado con realidades idealizadas, personajes fantásticos como la princesa o el caballo con alas, envueltas en un gusto exótico y medieval. Poema muy diferente ha lo que estaba acostumbrado, plagado de efectos plásticos de color con efectos sonoros de musicalidad, debido a su ingeniosa forma de usar los versos alejandrinos con nuevos acentos.

En estas obras en las que se busca la armonía, se muestra un mundo hermoso de perfección con colores, en estos versos se crea una atmosfera del mundo idealizado, pero están escritas y creadas por hombres que viven en un planeta inarmónico.

Rubén Darío motor de este gran movimiento, a mi punto de vista en sus poema, nos envuelve en mundos que nos hacen separarnos de nuestra realidades, pero podríamos cuestionarnos si es para nosotros o para él, ya que en sus escrito se observa que quería escaparse de su realidad o si iba en busca de una salida a su vida, la que siempre estuvo llena de infortunios, ya sea desde su infancia que se vio en constantes conflictos, con padre alcohólico y madre desinteresada por el cuidado de su hijo, ya que no busco mejor forma para describir a la acción hecha por esta mujer a su primogénito, y por ultimo ya en su madurez, siguiendo los mismos pasos que su padre y debido al abandono de su mujer, se convierte en alcohólico, este vicio es el que finalmente le ocasiona la muerte.

Regresando al poema encontramos acentos en las silabas 3, 6, 10, 13, con un sinfín de epítetos como princesa de la boca de rosa, bufón escarlata, etc. Oxímoron como palacio soberbio, dándole Darío características de objetos animados o acciones de estos a objetos sin vida. Antítesis como “esta mudo el teclado de su clave sonoro”

sábado, 10 de julio de 2010

Apunte en torno a “Sólo vine a hablar por teléfono”


Por Estefanía Vera González

Sólo vine a hablar por teléfono es un cuento corto de la autoría de Gabriel García Márquez. En él narra la historia de una mujer llamada María que, de pronto y sin ningún motivo, se ve encerrada en una institución para enfermos mentales. La época en la que se desarrolla el cuento es a finales del franquismo en las inmediaciones de Barcelona. Pienso que ella se encontró recluida en esa institución por puras coincidencias: la descompostura de su coche, el autobús que pasaba por la solitaria carretera y su deseo de encontrar un teléfono para comunicar su retraso.



María vivía en unión libre con un hombre conocido como Saturno el Mago. Habían llevado una relación amorosa aciaga, ya que María era un tanto inestable en lo relativo a las relaciones sentimentales. En una ocasión ya había abandonado a Saturno, cuando vivían en Ciudad de México. Y lo mismo había hecho con otros hombres en el transcurso de su vida. Como ella misma le dijo a Saturno, citando al poeta y músico brasileño Vinicius de Moraes, ‘El amor es eterno mientras dura’. Creo que esta forma de ver el amor por parte de María así como el hecho de que ya había abandonado a Saturno hicieron que éste, al ver la desaparición de María, pensara que se trataba de otro abandono más.

Pues bien, un fin de semana María sale de la ciudad a visitar a unos parientes en Zaragoza con la promesa de regresar el lunes siguiente. En el camino de regreso y conduciendo un coche rentado, éste se descompone en medio de la nada y en un clima lluvioso. Sólo logra que la lleve un ‘autobús destartalado’ que la deja en un sanatorio de mala muerte en donde ella sólo quería hablarle por teléfono a su marido para avisarle de su retraso. En el sanatorio, María es confundida con una enferma más ya que el autobús únicamente transportaba a mujeres en esa condición.

Después de varios meses de reclusión que fueron minando su salud mental, María logra comunicarle su paradero a Saturno, quien acude a verla y rescatarla. Pero antes de que la viera el doctor director de la institución, lo convence mediante de la exposición de las actitudes y el comportamiento de María de sus condiciones mentales enfermizas. Creo que el doctor actúa en forma sincera ya que él mismo está convencido de la locura de María.

En mi opinión, María no estaba loca ni por casualidad. Las condiciones en las que se encontró repentinamente en un entorno donde todos la creían loca hicieron que tomara una actitud de rebeldía, frustración, aparente obsesión por hablar por teléfono, sometida a los tratos abusivos de los guardianes, actitud que hizo pensar a los demás que realmente estaba loca.

Es un cuento en el que García Márquez hace gala una vez más de su gran capacidad narrativa y su manejo impecable de la lengua castellana. Una lectura muy recomendable para quienes quieran pasar un rato agradable en compañía de buena literatura.

viernes, 9 de julio de 2010

El ligue



Por Iván Vallado Fajardo

*Nota: Iván es un ex alumno de la Modelo que estudió la prepa al final de los setentas. En su relato nos cuenta cómo se relacionaban los chicos de su edad, cuando la Modelo era sólo de varones.

Después de que lo leas, opina ¿crees que haya cambiado mucho “el ligue” en la actualidad?


* * * * *

La conocía desde hacía mucho tiempo. Fui compañero de su hermano en un equipo de futbol de la colonia en que vivíamos. En una ocasión en que varios del equipo fuimos a su casa, la vi. Esa vez ella no despertó en mí mucha importancia. No tuve mucho interés, no la veía como algo conveniente. Sin embargo, recuerdo que la miré con sigilo algunos momentos en que nadie me veía. La observé de la misma forma en que lo hacía con cualquier chica bonita que estuviera al alcance de mi vista.




En esa época vivía imbuido en el futbol, centro sobre el cual giraba todo el Universo. Lo demás era plenamente secundario. El resto del tiempo libre era para jugar alguna otra cosa, ver mucho la televisión, platicar con los cuates, dormir, etc.

Años más tarde me la encontré en varias ocasiones. Nos saludábamos con cierta frialdad e indiferencia. No con la indiferencia suficiente para empezar a darme cuenta que ella se había convertido en una hermosa jovencita de unos dieciséis años. Y yo ya era un apuesto joven de dieciocho. No estaba mal- me dije. La diferencia ideal. Haríamos buena pareja. Primer punto a nuestro favor. Nos convenía.

Algún tiempo después tuve la suerte de encontrármela en una fiesta. De las primeras a las que yo asistía en esa nueva época de mi vida, como adulto de recién estreno. Lo importante era que yo ya era grande. A esas fiestas íbamos todos los cuates, arregladitos como niños buenos, bien perfumados, bien peinados y con aires de galanes. Había que ligar a todas las chamacas posibles y principalmente a las más bonitas, las más convenientes.

Era una nueva etapa. Salíamos a bailar y cuando terminaba la música no sabíamos qué hacer. Todos se alejaban un poco de sus parejas y se quedaban parados uno frente al otro, sin saber qué hacer con la mirada. ¿Hacia dónde dirigirla? Hacia todos lados, menos a tu pareja, porque de hacerlo ¿qué hacer? ¿Sonreír y ya? Pero eso no se debía repetir muy seguido, porque te delataba.

Es decir, tu pareja de baile podía pensar que te morías por ella. Eso, si era falso, era incómodo, y si era cierto, peor, ya que ella podría manejar la situación y tú quedabas como el arrastrado. Así que mejor fingir demencia, prender un cigarro sin ganas de fumar, saludar a algún fantasma de por ahí, o lo que sea.


Los más avispados o experimentados miraban de frente a su pareja de baile y abrían tremenda plática: ¿Cómo te llamas? ¿dónde estudias? ¿te gusta el cine? ¿te gusta la música?, ¿te gusta algún deporte? ¿dónde vives?, etcétera... y todo para terminar hablándoles de futbol, futbol y futbol.

Yo era más retraído. No me gustaba el rito de las preguntas clásicas, sentía que era demasiado forzado y tonto. Tampoco me gustaba ahogarlas hablándoles de futbol. Era como si ellas nos platicaran de pinturas de uñas, rimel o telenovelas.

Se trataba de un encuentro entre dos mundos desconocidos y muy separados, muy a parte. No era conveniente encerrarse en ninguno, era necesario tratar de unirlos. Eso te hacía interesante porque salías de la ordinaria y mediocre plática, y eso en sí mismo le gustaba mucho a las mujeres y te daba buenos puntos ante ellas.

Como dije, en una de estas fiestas la encontré. Nos saludamos de manera seca, como siempre. Ella estaba más bonita que todas las anteriores veces (juntas) que la había visto. Quedé emocionado sólo con pensar que haría el intento de ligar con ella. Necesité varios minutos de autopreparación psicológica para quedar dispuesto a intentarlo. Serio, con valor y todo lo demás.

Después de esperar un rato y suponer que por fin había llegado el momento oportuno, caminé cerca de donde estaba. Ella estaba ahí, con sus amigas y con su rostro sin expresión. Me dí cuenta de que no estaba listo. La emoción crecía galopante, y yo quedaba como atontado. Me quedé parado como estúpido, me sentí ridículo en veloz aumento y sentí también que me estaba jugando todo mi poco prestigio de galán.



Envuelto en esa tempestuosa disyuntiva y casi sin poder pronunciar palabra alguna, me acerqué a ella y por fin me salio:

-¿Bailas?
Se me quedó mirando unos instantes que parecieron horas. Luego brotó una generosa sonrisa de sus labios y me dijo:

-No.
Fue un golpe rotundo a mi fortaleza. Creo que no alcancé a decir nada. Quedé pasmado y me retiré como pude. Me fui mareado, madreado y arrastrándome para protegerme a la trinchera de los machos, es decir, con la bola de cuates. Me sentía frustrado y herido. Llegué con ellos y me metí en una conversación que desconocía. Algo tenía qué hacer para ocultar mi penosa derrota.

Más tarde, cuando estaba dando vueltas con uno de mis amigos, nos quedamos parados viendo a unas chavas. Los dos en silencio y de vez en vez nos hacíamos comentarios.

- Esa es la chava de la otra vez, amiga de menganita...
- Sí. Está requetebién. Y su amiguita, la del vestido azul, no se queda atrás...
Veía a otras, pero seguía pensando en ella. Me decía a mí mismo: "!Oh, no lo tomes tan en serio¡”. Y comenzaba a prepararme para otra oportunidad, negándole importancia a lo ocurrido y a ella: "Total, ni está tan buena" o "no era tan conveniente", etc.

En eso sucedió algo asombroso. Un grupo de chavas venía caminando en dirección nuestra. No las había visto. Cuando me dí a ya estaban a dos pasos de nosotros. Miré de reojo y ahí estaba ella viéndome y sonriéndome de una manera espectacular. Hice, creo, cara de estúpido, le sonreí y voltee para otro lado.

No podía quedármele viendo, no podía, por mi prestigio. No es conveniente hacer demostraciones de interés tan seguidas. Es más, es mejor no hacerlas hasta que haya cierta seguridad, pues si no, la chava se cree y habla de ti como del pendejo que se muere por ella.

Ella seguía sonriendo afablemente. Miré de nuevo y volvió a hacerlo. Me puse nervioso, no tenía explicación para la sonrisa. Aparenté total tranquilidad y hasta cierto desinterés y seguí hablando. Apenas podía sostener la conversación con mi cuate sin ser incoherente.



Entonces escuché mi nombre. Voltee muy sorprendido, pero con cara de "aquí no pasa nada". Era ella. Nos sonreímos y luego abrió una circunstancial pero abundante conversación en la cual yo participaba diciendo: sí y me reía. Me pidió un cigarro y luego me presentó a sus amigas. Todas simpáticas me sonrieron y dijeron sus nombres, mismos que simplemente no registré en mi cabeza. Mi amigo me acordó que él también existía y entonces lo presenté con ellas.

No sabíamos qué platicar entre todos. Nada más nos mirábamos y sonreíamos. Yo no pude hacer otra cosa más que retomar la plática con ella, con el riesgo y la seguridad conveniente de que nos marginábamos de los demás. De pronto, las amigas, menos una, dijeron “ahora volvemos" y se fueron. Yo me dije: "¡Oh, gracias a Dios, el destino me favorece!". "¡Ahora es cuando!".

No tuve que prepararme, ni nada. Ya estaba preparado desde hacía rato. En la primera pausa de la plática le dije:

- ¿Vamos a bailar?
- Vamos. Me contestó con una sonrisa jovial.

Estaba feliz. La había ligado.

miércoles, 7 de julio de 2010

martes, 6 de julio de 2010

Alicia en el país de las maravillas


Por Maricruz Alcalá López

La película, como toda obra del director de cine Tim Burton, lleva un indiscutible sello. Existe todo un mundo oscuro y tenebroso y eso es lo que le da un ambiente al mundo de Alicia, donde la mayoría de las cosas son absurdas. Nos presenta un espacio completamente fuera de lo normal, muy subjetivo y a la vez tiene un toque de locura.



Pero en la propia adaptación de los libros “Alicia en el país de las maravillas” y “Alicia a través del espejo “(los dos de Lewis Carroll) son mucho más completos que la película, ya que nos muestran, mas bien nos describen todo un paisaje dentro de la historia y que al final todo tiene sentido basado en muchos detalles que para mí realmente hicieron falta en el filme.

Sentí que al principio nada tenía sentido porque Alicia ya es una joven de 19 años y se encuentra en su fiesta de compromiso, una cosa que nunca se cuenta en el libro, donde lo que está escrito es que este increíble personaje se encuentra sentado platicando con su hermana. Entiendo que el desarrollo de la película es una pequeña representación de los dos libros.

Con respecto a las actuaciones, cabe decir que éstas fueron de muy buena calidad, resaltando indiscutiblemente a Johnny Deep como el personaje del “Sombrerero Loco “. Sin embargo me pareció que lo remarcaron en demasiadas partes del filme (La mayoría de las personas esperaba esta película por verlo a él en este agradable personaje).

Hago mi despedida escribiéndoles que desde mi punto de vista fue muy contradictoria esta película ya que esperaba un poco más y no tantas cosas raras como exagerando un poco en las peleas que se tienen al final. Mi recomendación es que vean la película pero no en 3D porque creo que hicieron esta versión tan apresurados que no le dieron los efectos especiales y eso le quita el verdadero sentido a cada escena.

Un saludos y me despido no sin antes invitarlos a todos a participar en este BLOG que es parte de nosotros.

Alumna del 1ero. B.

lunes, 5 de julio de 2010

Más acertijos



Este acertijo nos lo manda un ex alumno, actualmente estudiando Ingeniería Industrial Logística de la UADY:

Se trata de un anciano que esta dormido, que se encuentra con su esposa (anciana también) la cual está tejiendo. El viejo sueña que está en la guerra y que lo van a matar cortándole el cuello. La vieja, al verlo asustado, pasa su aguja de tejer sobre su cuello para despertarlo, y con esto, el viejo muere del susto. Pero, ¿por qué esta historia no puede ser verdad?

Luego les mandaré la respuesta.... o tal vez no??



Raúl Trueba, alumno del 3 “B” de preparatoria (los matemáticos) nos manda el siguiente acertijo para el blog, aquí va:

Un encuestador se dirige a una casa donde es atendido por una mujer: -¿Cantidad de hijos? -Tres, dice ella. -¿Edades? -El producto de las edades es 36 y la suma es igual al número de la casa vecina, dice ella. El encuestador se va; pero al rato vuelve y le dice a la mujer que los datos que le dio no son suficientes; la... mujer piensa y le dice: -Tiene razón, la mayor estudia piano. Esto es suficiente para que el encuestador sepa las edades de los hijos. ¿Cuáles son las edades?



Oscar Alberto Quijano Xacur, ex alumno y maestro de esta prepa hace un año, nos manda desde Montreal Canadá en donde actualmente estudia su maestría, el siguiente acertijo:

Se tienen dos mechas, ambas tardan en consumirse exactamente un minuto si se les enciende cualquier extremo. Si se sabe que ninguna de ellas se quema uniformemente, ¿Es posible medir 15 segundos utilizando únicamente estas dos mechas y una caja de cerillos?

Saludos,

Oscar.

domingo, 4 de julio de 2010

Abucheo en la Universidad Modelo


Por Estefanía Vera González



El día 23 de marzo del año en curso asistí, en compañía de la mayoría de mis compañeros de clase y otros alumnos de la Preparatoria de la Escuela Modelo, a una obra de teatro en la Universidad Modelo. El nombre de la obra de teatro es “Mestiza Power”. Al finalizar la representación, una de las actrices, Conchi León, se dirigió al público reclamando que el éste había silbado y abucheado y dijo que había pensando en suspender la representación. Se nos pidió que escribiéramos un párrafo con nuestro punto de vista acerca del suceso.



En mi opinión, creo que fue un sobredimensionamiento, por parte de la actriz, el asunto de los silbidos y abucheos de los alumnos. Desde mi lugar solamente alcancé a escuchar uno que otro silbido y casi ningún abucheo. No comprendo el motivo de magnificarlos.

Por otra parte, creo que la reclamación estuvo completamente fuera de lugar. Desde mi punto de vista, fueron inmerecidas para los artistas esas expresiones de desagrado de algunos de los alumnos ya que la obra me pareció buena y divertida en términos generales, y bien representada. Sin embargo, el público tiene todo el derecho de expresar su agrado o desagrado. Debemos de considerar que cualquier actor o actriz, desde el momento que se sube a un escenario, sabe que está expuesto a recibir la aprobación o el rechazo de los asistentes, los aplausos o los abucheos. Y lo anterior vale no solamente para las personas mencionadas, si no para cualquier figura pública. Prueba de lo anterior es la rechifla que tuvo que soportar la gobernadora del estado, Ivone Ortega Pacheco, en una función de boxeo. Y si ella hubiera reclamado, no dudo que la rechifla hubiese aumentado en intensidad y duración. En el caso que nos ocupa, cuando menos hay que agradecer tuvieron el respeto suficiente (o sería temor) para quedarse en silencio.

Entiendo la posición de los alumnos que expresaron su disgusto de esa manera y supongo que tal vez estaban manifestando su desagrado contra el hecho de que nos obligaron a asistir a dicho espectáculo. Tenemos que entender que el consumidor tiene todo el derecho de adquirir o no un determinado producto o servicio. La información que recibimos cuando preguntamos la razón de la obligatoriedad fue que eran indicaciones de la dirección (supongo que quisieron decir el director). No creo que en un país en donde se supone que existen y se respetan las libertades individuales, nadie deba tener la facultad para obligar a otro(s) a comprarle su producto o servicio. Desde luego que tuvimos que aceptar, pagar y asistir a la obra ya que como es habitual siempre existe la amenaza, velada o explícita, de sufrir alguna represalia (disminución de calificaciones, por ejemplo). A eso se le llama autoritarismo. Dicho lo anterior, es comprensible que no estén a gusto las personas obligadas y entonces no tengan la objetividad para juzgar el desempeño de los artistas.

Además, no comprendo la actitud de reclamar. Como mencioné anteriormente, creo que los artistas deben saber aceptar los elogios y las desaprobaciones. Mucho menos entiendo el amenazar con suspender la obra. Según nos informaron, los actores cobraron sus honorarios, los espectadores pagamos por el derecho de ver una obra teatral completa. Y alguien que cobra y no realiza lo convenido por dicho pago, comete fraude.

En conclusión, me parece que las expresiones de rechazo a los artistas fueron inmerecidas. Las reclamaciones se debieron hacer a la o las personas indicadas, pero también entiendo que quienes hicieron el rechazo debieron haberse sentido impotentes ante el autoritarismo y encontraron de esa forma una vía de escape.

sábado, 3 de julio de 2010

Palabras de Juan Alam a los alumnos egresados



A los jóvenes que esta noche terminan la preparatoria:

Por primera vez en los 5 últimos años no figuro como padrino de esta querida generación. Deberían de haberme escogido porque siendo ustedes la generación del Centenario parece que el único que representa los 100 años soy yo.



No es en balde que Orlando insista en que yo de clases de Paleontología (estudio de fósiles) pero yo sólo quiero enseñar PEPSA porque a diferencia de los otros profesores yo no tendría que leer el texto para saber por qué estamos jodidos; yo lo he vivido porque todos los presidentes que se mencionan en el libro me han ayudado a ser un poquito más pobre cada vez.

Allí se ve la mesa directiva o presídium encabezada por el Ing. Carlos Sauri, quien casi fue mi alumno, gracias a esto es hoy rector de nuestra universidad, si hubiera sido mi alumno entonces sería el Gobernador. Ahí está también el Dr. Oswaldo Avilés (“Chacato” para sus amigos) quien sí fue mi alumno, y hoy es un reconocido urólogo y director de nuestra preparatoria. Aunque me apene confesarlo, también Orlando fue mi alumno. Hay de todo en la viña del Señor.

Es un orgullo que los padrinos de esta ocasión tan especial sean los Maestros de Física y de Biología : el querido Maestro Panchito y la madrinísima maestra Alma (no la nombré la “super madrina” porque creo que a estas alturas nadie quiere que le den una “madrina”.

Como pueden ver son del área de ciencias, esto es muy significativo porque quiere decir que en la Modelo ya se piensa en algo más que en el fútbol o en los deportes; el problema es que esto tendría que saberse afuera de la Modelo para que nos consideraran mucho más importantes de lo que somos vistos por el público en general y por los mismos ex alumnos de La Modelo. Pasen la voz, griten e informen a todos los que puedan que aquí somos de lo mejor de esta ciudad. Defiendan lo que es suyo, pasen el mensaje de que aquí estamos haciendo ciencia y hombres de bien.
Bien muchachos, ustedes son mis héroes, han nadado a través de un océano infestado de tiburones como son los maestros desde primer año hasta el tercero de prepa. Digamos: Olguita, Juan Alam, Zayda, Tatiana, Gumer, Yarisol, Judith y Judith, etc. Claro que también hubo alguno que otro cangrejito cuyo nombre me reservo.
Hoy es día de gritar, de festejar, de brincar pero no de estar tristes son HÉROES JUNTO CON SUS PAPÁS.

Terminan la prepa y se van a estudiar cargados de ilusiones y de sentimientos encontrados. Yo les digo de corazón que a partir de hoy no sólo deben de estudiar sino deben trabajar en lo que sea o en lo que puedan; la vida es muy demandante de gente competente (palabra de moda) pero este tipo de competencia sólo se adquiere en el campo de trabajo. Si nadie les da empleo, entonces creen una empresa, al principio será una empresita pero al tiempo ya veremos.

Si ustedes muchachos “desperdician” 5 años en sólo estudiar y no aprovechan el mismo tiempo para empezar un negocio o meterse a algún proyecto productivo, entonces al cabo de esos años ustedes van a acordarse de mí y de mis palabras, la experiencia sólo se adquiere trabajando.

Ustedes son desde hoy ex alumnos de la prepa pero además son de una casta muy especial que es como su raza o su ADN, algo que les marcó y que espero que enmarque el resto de su vida, ustedes son Modelistas y eso les confiere un gran valor agregado, son de sangre azul y les llevo en el corazón.

Con cariño

Juan Alam

viernes, 2 de julio de 2010

Acrassicauda "Garden of stones"




Acrassicauda es una banda de metal originaria de Iraq, cuya odisea, que inicia durante el régimen de Sadam Hussein, se narra en el documental "Heavy metal in Baghdad" (2007).

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